sábado, 24 de julio de 2010

Soñé

Soñé que volaba... salía de aquí y me iba tan lejos que ya nadie ni nada me alcanzaba.
Soñé que era tan libre que me confundía con el viento que mueve las hojas.
Soñé que ya nada me ataba a este mundo... lo que me hacía invencible.
Mi cuerpo se posaba donde mi mente deseaba.
Pude ver la inmensidad del oceano durante la noche,
observé el momento en que el cielo y el mar
se mimetizan en un negro tan intenso que provoca miedo y respeto...
...profundo respeto.
...pude oler la sal y oir el retumbe de las olas...
...pude hundirme en el fondo del oceano y ser una con el agua...
Me dejé llevar por la marea,
me dispersé entre kilómetros y kilómetros de mar abierto...
...hasta que desaparecí por completo.
Ahí terminó mi sueño.
Y desperté con unas ganas tremendas de perderme y volar...
...volar como el viento...

3 comentarios:

Andrea Breq dijo...

No sé donde empieza... si en las palabras o el deseo, pero volar se puede: cerrar los ojos y sentir que tienes en tus manos todo lo que necesitas. Y tú, mi niña, no lo dudes... lo tienes.

Un beso,

A.

Xien dijo...

=T.T=

Yuri Bec Zam dijo...

Andrea BR, muy bonitas palabras, me has hecho creerlo, ¡volar se puede!
Beijinhos!

Xien, ¿por qué lloras? )=