domingo, 7 de febrero de 2010

El jardín está repleto

To say that you are cute (...and pretty... and funny...), would be like saying that a strawberry is sweet, 'cause a strawberry has secret flavors...* 
Las fresas no son sólo dulces, pueden tener sabores filosos, lejanos, profundos, recurrentes, suaves, además de un etcétera inagotable y, por lógica, indefinible.
Parafraseando a Paul Baribeau, me atrevo a decir que las personas (así como las fresas :P) no se pueden describir en su totalidad. 
Una sola persona tiene un número enorme (realmente enorme) de características, de detalles que la hacen única. Y estas marquitas de individualidad, no sólo hacen única a cada  persona, también la hacen pertenecer al género humano, la hacen ser lo que todos somos.
El número de personas en la tierra aumenta incesantemente. Los detalles que hacen únicas a estas personas son, entonces, incalculables. Somos diversidad. La belleza y la complejidad humana radican en esa diversidad, sin ella, no somos nada.
Somos como fresas, todos y cada uno.
Todos los días soy testigo mudo de la belleza de las personas, de sus detalles, de sus particularidades que se esconden tras las sonrisas y las miradas. Ya capté algunos sabores, pero sigo tratando de percibir otros.
Toda mi vida y apenas estoy comenzando a ver la pequeñísima punta del iceberg de fresas.
Simplemente emocionante, ¿no lo crees?

 * Fragmento de Strawberry de Paul Baribeau.

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