miércoles, 10 de marzo de 2010

Zapatitos que hablan


Lo acepto. Me encantan los zapatos. Soy adicta a ellos. Sin embargo, no soy de esas que tienen el clóset lleno de sus cajas; tampoco de las que observan embobadas desde la calle las vitrinas de las zapaterías.
El encantamiento se produce en mí de otra manera. Yo amo a los zapatos cuando alguien (quien sea) los está usando. Sí, eso resume todo.
Los zapatos pueden decir muchas cosas de sus dueños, pueden hablarnos de su edad, empleo, género, clase social, etcétera. Pero esos datos estadísticos y absurdos tampoco me interesan.
Yo sólo observo los zapatos con atención para entender lo que ellos quieren decir. Por decirlo de otro modo más aburrido (también menos inocente), imagino historias sobre ellos.
Los protagonistas de estas historias son, por supuesto, los zapatos. El dueño es sólo un personaje secundario más.
Los hay de todos tamaños, colores, texturas y antigüedad. Pueden ser tenis, sandalias, huaraches, botas, zapatillas, mocasines, pantuflas y más.
La próxima vez que veas zapatitos por la calle, en el salón de clases, en el trabajo o en el autobús, date la oportunidad de escuchar sus historias... ¡Verás que tienen mucho que decir!

6 comentarios:

Daiana dijo...

¿No soy la unica que hace eso?
Je. Gracias por darme la oportunidad de pensar que no soy la unica loca que hace eso.
:)

Lizy dijo...

Jeje... Inevitablemente la proxima vez que vea unos zapatitos tratare de escucharlos :)

me gustó mucho nena!!

mery dijo...

Pensar donde estaria ese zapato antes de pertenecer a su dueño, conocer su historia... a veces, esas cosas, las pequeñas cosas, son lo mejor de la vida :)

un beso!

Xien dijo...

Risa y llanto... esos zapatitos han pasado... Jajaja me gustó y muuucho ;)

Unknown dijo...

mmm esto me suena a fetiche de pies! :P

Yuri Bec Zam dijo...

Pues parece que no somos las únicas, Daiana.
Lizy, te aseguro que escucharas cosas muy chidas.
Sin duda, lo mejor de la vida, Mary.
Gracias, Xien (qué raro decirte así :P)... risa y llanto, qué chido.
das pleiades, fetiche de zapatos más bien... jaja.
=)