domingo, 6 de junio de 2010

Así será

Anoche lloré mucho. Probablemente, lloré lo que no he llorado en estos días que han estado llenos de tantas cosas y a la vez tan vacíos. Escribí un mensaje de 12 páginas que, por supuesto, no envié. El mensaje sigue en mis borradores y, cuando vuelva a sentir un poco más de valor, lo enviaré. Después, seguramente, me arrepentiré, pero me daré cuenta de que era necesario enviarlo y pensaré que ya nada puede hacerse.